viernes, 8 de febrero de 2008

Ciclo de Cine: Dos maestros del cine contemporáneo

Martes 12
20 hs Ciclo de Cine: Dos maestros del cine contemporáneo
Pedro Costa y Apichatpong Weerasethakul
Entrada gratuita Sala Batato Barea

Proyección: Casa de lava
Portugal / Francia / Alemania / 1994 / 110 minutos / Se exhibe en DVD, con subtítulos en castellano. / Dirección y guión: Pedro Costa / Fotografía: Emmanuel Machuel / Montaje: Dominique Auvray / Intérpretes: Inés Medeiros, Isaac de Bankole, Edith Scob y Pedro Hestnes.

Segundo largometraje de Costa, en el que recupera el tema del cuidado, la enfermedad y la desprotección, que estaban en su opera prima O sangue y en la posterior Ossos. Aquí, un africano indocumentado sufre un accidente y una enfermera se ocupará de retornarlo a salvo a su Cabo Verde natal. Aunque parezca impropio hablar de “estilo” en Costa, aquí irrumpe, en todo caso como problema cinematográfico que da cuenta de los límites de lo real y del cine como una materia indócil y que se debe encontrar en el camino, quizás cuando el proyecto original entra en crisis, si nos atenemos a lo que declaró el propio Costa, diciendo que esta era “una película de aventuras fallida”.

Miércoles 13
20 hs Ciclo de Cine: Dos maestros del cine contemporáneo
Pedro Costa y Apichatpong Weerasethakul
Entrada gratuita Sala Batato Barea

Proyección: Mysterious Object at Noon (Dokfa nai meuman)
Tailandia / 2000 / 85 minutos / Se exhibe en DVD, con subtítulos en castellano / Dirección: Apichatpong Weerasethakul / Fotografía: Prasong Klinborrom / Montaje: A. Weerasethakul.

Ya en esta, su opera prima, Weerasethakul tensa los límites entre lo real y lo ficcional, partiendo de un viaje desde Bangkok con el supuesto propósito de entrevistar a pobladores a quienes se les impide votar. Como en otros films posteriores, como en Blissfully Yours o la parodia The Adventures of Iron Pussy, los materiales más heterogéneos de la cultura popular (retazos de telenovelas, canciones, leyendas y chistes) se desmembran de su origen para ser re-colocados en otro circuito, más azaroso y lúdico, llegando a rozar el genio en el uso del lenguaje cinematográfico como un músculo de expansiones imprevisibles.

Jueves 14
20 hs Cine: Estreno
Jevel Katz y sus paisanos
Jueves 14, 21 y 28 20 hs
Entrada gratuita Sala Batato Barea

> Jevel Katz y sus paisanos
Argentina / 2005 / video / 70 minutos / Dirección: Alejandro Vagnenkos / Guión: Hernán Andrade / Fotografía: Pablo Cases / Montaje: Emiliano Serra / Sonido: Juan P. Di Bitonto / Música: Matías Chaher / Con: Eliahu Toker, José Linevsky, Esther Swarc, Benedicto Ismach / Isidoro Stoller, Asher Krinsky, Esther Pizensa, Frida Goldstein y Noe Jitrik / Producción: Víctor Cruz.

Para varias generaciones de inmigrantes judíos que vinieron de Europa en las primeras décadas del siglo XX, Jevel Katz fue su cantor, el que reflejaba esa lengua intermedia entre el idish y el castellano. Bautizado como “el Gardel judío”, lo suyo no excluía el humor para dar cuenta de ese lugar nuevo que los recién llegados empezaban a construir en Buenos Aires o en Entre Ríos. Son pocas las grabaciones y fotos que dan cuenta de Jevel Katz y de ahí la relevancia de este documental, y quizás la de toda premisa que guía a los documentales intelectualmente honestos: convertirse en memoria. Si Jevel Katz vive en la memoria de los viejos sabios de la tribu, qué mejor que hacerlos protagonistas, dejar que cuenten sus vivencias de alguien que siguió circulando en el imaginario de una generación que no quiere irse de este mundo sin cantar “Tucumán”, “Ovi malkeinu” o “Mucho ojo”. Vagnenkos no se acerca a ellos ni a su mítico ídolo popular evanescente con preconceptos, apenas con la voluntad de fusionarse y emocionarse con sus recuerdos. Quizás sea el primer capítulo de una reserva que todavía sigue casi intocada: la de los músicos judíos en Argentina.

Alejandro Vagnenkos nació en Buenos Aires en 1967. Fue productor del ciclo de documentales televisivos En la vía, para Canal 7. Realizador de los documentales Memorias del futuro, Relatos de un encuentro y Dirigir la escuela, para el Ministerio Nacional de Educación, y de Testimonio, para CePA. Jevel Katz y sus paisanos es su primer documental cinematográfico.

Viernes 15
20 hs Ciclo de Cine: Dos maestros del cine contemporáneo
Pedro Costa y Apichatpong Weerasethakul
Entrada gratuita Sala Batato Barea

Proyección: Ossos
Portugal / Francia / Dinamarca / 1997 / 94 minutos / Se exhibe en DVD, con subtítulos en castellano / Dirección y guión: Pedro Costa / Fotografía: Emmanuel Machuel / Montaje: Jackie Bastide/ Música: Wire y Sabura / Intérpretes. Vanda Duarte, Nuno Vaz, María Lipkina e Inés Medeiros.

El punto de partida, como siempre en el cine de Pedro Costa, parece simple: un recién nacido es recurrentemente abandonado en un suburbio miserable en las cercanías de Lisboa, el barrio de Fontainhas, el mismo en el que transcurren varias de las historias del director, el mismo del que parece no poder salir el protagonista de la reciente Juventude em marcha. El estilo de Costa ya es contundente en su manera de afirmar qué es para él el cine: la marcación despojada y casi cincelada de los actores, el tiempo como un bloque duro que no debe ser manipulado, el tratamiento dramático de los excluidos evitando el sentimentalismo y el regodeo en la miseria y una mirada que consigue el extraño prodigio de acercarse a esos personajes buscando que la emoción surja de su verdad y no de las buenas intenciones del director.

Sábado 16
20 hs Ciclo de Cine: Dos maestros del cine contemporáneo
Pedro Costa y Apichatpong Weerasethakul
Entrada gratuita Sala Batato Barea

Proyección: Tropical Malady (Sud pralad)
Tailandia / Francia / Alemania / Italia / 2004 / 118 minutos / Se exhibe en DVD,con subtítulos en inglés / Dirección y guión: Apichatpong Weerasethakul / Fotografía: Jarin Pengpanitch, Vichit Tanapanitch y Jean-Louis Vialard / Montaje: Lee Chatametikool y Jacopo Quadri / Intérpretes: Banlop Lomnoi, Sakda Kaewbuadee, Huai Dessom y Sirivech Jareonchon.

Como en la anterior Blissfully Yours, en Tropical.. la historia parece segmentada en dos partes inconexas: la primera, sobre la atracción entre dos hombres en un breve espacio de tiempo que pasan juntos; la segunda, sobre un soldado perdido en la jungla esperando que aparezca un tigre. Como es de imaginar, esas dos zonas están contaminadas al punto de resignificarse una a otra y poner al espectador en una zona de dificultad frente a la idea de “comprensión”. El fascinante, hipnótico modo en que Weerasethakul nos interna en ese laberinto –narrativo y espacial- es una muestra de que cuando creíamos que el cine habia explorado todos los caminos, siempre hay alguien que traza un nuevo recorrido. Casi como si estuviera reinventando el cine.

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